jueves, 13 de septiembre de 2012

Estrategia Militar

No soy Presidente de Falla. Nunca lo he sido. Pero el cariz de los acontecimientos de los últimos meses, como Fallero, no puede dejarme impasible. Y la Asamblea de Presidentes de anoche 12 de Septiembre me invita a una reflexión.
Mucho he escuchado, he leído y he visto desde que el President de la Generalitat Valenciana Alberto Fabra anunció sin previo aviso el traslado del Fin de Fiesta Fallera al tercer lunes de Marzo y, lo que como valenciano me afecta más, el traslado a lunes del tradicional 9 d’Octubre.
A continuación los hechos fueron sucediéndose como si de fichas de dominó se tratara. Subida del IVA (en el caso de los monumentos falleros que es lo que afecta al sino de este blog hasta un 21%), encarecimiento de los productos básicos, rescate de la Comunidad Valenciana… en fin, una verdadera vorágine de acontecimientos que sin duda van a marcar un antes y un después en la fiesta fallera.
Lo realmente preocupante viene cuando dispones todas estas fichas del puzle sobre la mesa y comienzas a conectarlas entre sí. Y muchas de ellas empiezan a conectarse a partir de esa Asamblea de anoche.
1.       En anuncio del cambio de fechas se realiza en plena época estival y no en Valencia sino en Alicante. Como mínimo curioso. Por lo visto, la intención era favorecer el turismo y los ingresos del sector hostelero esos días, o al menos ese era el argumento que se expresaba.
El Presidente del Gobierno Español ya anunció medidas parecidas “siempre que se tratara de Fiestas que no tuvieran un fuerte arraigo en las Comunidades”. Supongo que la Diada en Cataluña sí tiene un fuerte arraigo, pero el 9 d’Octubre no. Y ojo, la Fiesta se llama 9 D’OCTUBRE, no “un dilluns d’Octubre”. ¿Será que nuestro “arraigo” tiene menos valor que el de otras comunidades?
Es más, ¿alguien se cree que el 9 d’Octubre es una atracción turística? Que yo recuerde, y lo presencio y festejo todos los años desde que tengo memoria, a esa procesión, a esa bajada de la Senyera, a todos esos actos solo acuden entidades culturales, grupos políticos para salir en la foto y un nutrido grupo de “valencianos de corazón”.
2.       La reacción al anuncio era de esperar, como si de una estrategia militar se tratara. Apenas un centenar de falleros de pro, en pleno ataque visceral ponen el grito en el cielo, la noticia trasciende pero solo se habla del 19 de Marzo. Se convocan manifestaciones donde solo acuden, evidentemente, aquellos que no han salido de la ciudad para disfrutar de sus merecidas vacaciones.
¿Qué imagen percibe la opinión pública? La de un pequeño puñado de falleros manifestándose delante del Ayuntamiento… y por desgracia, nos hemos acostumbrado tanto a las manifestaciones delante del Ayuntamiento que una más…
3.       Las Redes Sociales (benditas sean) se llenan de slogans en contra del cambio, en contra del Molt Honorable comparándolo incluso con Felipe V. La polémica está servida. Unos hinchan el pecho gritando despropósitos, otros en tono más calmado piden calma y opinan sobre la inconveniencia de la reacción visceral, y la inmensa mayoría “cuelgan fotos” de sus pies en la arena de la playa gritando “nosotros pagamos las fallas”.
Y mientras tanto las Fallas de la Sección Especial se frotan las manos.
4.       Se buscan alternativas como el ya famoso “céntimo fallero”, se pone el grito en el cielo con el “ninguneo” a las Fallas que, no olvidemos, son las que PAGAN la fiesta, los monumentos y trabajan durante todo el año para poder disfrutar de una fiesta, de un monumento, de su tradición, de su cultura.
5.       Mentes preclaras se preguntan… ¿y qué pasa con lo del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad? Pues parece que a todo el mundo se le ha olvidado, Generalitat incluida.
6.       La Alcaldesa dice estar de parte de los falleros enfrentándose incluso al color de su carnet militante, el Presidente de JCF y Concejal de Fiestas insiste en estar de parte de los falleros, unos y otros dicen estar de parte de los falleros… ¡qué hablen los falleros! Pero los falleros estamos demasiado enfadados, y el enfado no es amigo de un pensamiento claro.
7.       Y de pronto se hace público que la Comunidad se ha acogido al Fondo de Rescate del Gobierno Central. Pero es que seguimos tan enfadados…
Y ayer ¿qué encontramos en el hemiciclo del Ayuntamiento de Valencia? Una urna presidiendo la Asamblea. No un Presidente de Junta Central Fallera, una urna. No un fallero, una urna. Y detrás de una urna siempre hay un político.  Y delante todos los demás. La imagen era tan metafórica, tan clara, tan (incluso) poética que me dio hasta miedo.
Pero parece que el Presidente de Falla ha aprendido de sus errores. En momentos de crisis el espíritu fallero prevalece para que el ejercicio llegue siempre a buen término. Eso es lo que, en círculos falleros, se conoce como “hacer Falla” y anoche, en el Ayuntamiento se hizo falla. No se votó. Se pospuso una votación para HABLAR con los falleros, con los que pagan esta fiesta, y posteriormente TRASLADAR su voz a esa urna.
Pero no nos equivoquemos. La estrategia militar sigue ahí. Se va a sondear “gratis” la opinión del colectivo implicado. Pero la decisión no es nuestra sino de los de siempre, nos guste o no nos guste.
Mientras tanto, habrá que hacer cábalas para ajustar los presupuestos de nuestros monumentos, tendremos que contar cuántos talleres de artistas tendrán que cerrar el año que viene, tendremos que enfocar nuestra fiesta hacia el parque de atracciones desvirtuando una vez mas el espíritu de la Falla… y “lo del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”… por el aire. Dentro de unos años, los que vestimos nuestros trajes regionales seremos como Mikey Mouse en Disneyland, nos harán fotos con el guiri de turno, las Fallas tendrán los carteles en castellano, inglés, francés y alemán y los Llibrets de Falla te los podrás descargar cómodamente en pdf desde la página de la Consellería de Turismo.
Ojalá esté equivocado. Pero desde luego, hoy por hoy, esta es solo mi opinión.

martes, 27 de marzo de 2012

Momento de Reflexión.

Acaba de terminar la Semana Fallera. Y aunque cada año es distinto en forma y contenido, las jornadas de reflexión postfestivas siempre son las mismas.
El listo de turno que, tras contar y hacer balance del ejercicio de sus abultadas cajas registradoras, pretende seguir aprovechando el filón asegurando sus ventas el siguiente año mediante propuestas absurdas como modificar los calendarios.
El perroflauta de turno que tras haber pelado y criticado lo que a otros les llena de orgullo, y haber aprovechado la circunstancia para hacerse ver públicamente, llena su Facebook de fotos al pie del monumento que se ha llevado no sequé premio con los amiguetes.
Y por supuesto, aquellos cuyos genes les sitúan por encima del resto de la humanidad, aquellos que, al menos no cambian de chaqueta pasado el 19 de marzo, y siguen erre que erre preguntando por qué los llibrets y las rimas de los monumentos se siguen escribiendo en valenciano.
O estamos todos locos o preferimos seguir en la oscuridad de la ignorancia.
De todos es sabido que el ser humano solo sabe o recuerda lo que le interesa saber o recordar.
Todos deberíamos, al menos una vez al año, hacer examen de conciencia y dejar que se nos puntúe. Y la puntuación es un tamiz que a pocos nos gusta. Todos queremos tener razón.
La mayoría no recuerdan qué son Las Fallas, ni recuerdan en qué ciudad viven, y muchísimo menos pretenderé que recuerden lo que hace años eran las Fallas ni lo que era Valencia. Esa es la ventaja de los libros, si te interesa los lees y si no no. Desgraciadamente hay mucho listo y mucho perroflauta que lee lo que le interesa y otros muchos, muchísimos, que directamente no leen. Por eso hay museos en Valencia que han tenido que recortar sus horarios de visita. Por falta de visitantes. Por falta de interés.
Y como la ignorancia es atrevida nos volvemos y nos volveremos a encontrar, año tras año, con situaciones, declaraciones y actitudes que a algunos, al menos, nos deja, como mínimo, asombrados. Yo directamente, me indigno. Pero esa es solo mi opinión.

miércoles, 14 de marzo de 2012

El año que lo cambió todo.

Dolor.
Sincero y desgarrado. No hay más.
A la luz de los recientes acontecimientos acaecidos en la otrora orgullosa capital del Turia, donde los poetas glosaban la belleza de sus tierras, el sabor de sus frutos, la hermosura de sus artes y la sonoridad de su lengua, el férreo puño de la incomprensión y la falta de civismo han hecho mella en la más rica, espectacular y grandiosa de las fiestas en el mundo entero: Las Fallas.
Episodios de desaliento por unas protestas lícitas por parte de unos estudiantes que acabaron en cargas policiales por culpa de grupos ajenos a los mismos que aprovechaban la situación para crear cizaña y situaciones desagradables, se retroalimentaron creando al mismo tiempo nuevas situaciones desagradables que han manchado y herido el sentir de un colectivo ajeno a dichos acontecimientos.
El día 1 de marzo, como marca la tradición, se inauguró el ciclo pirotécnico a las 2 en punto de la tarde. La mascletà llamaba a las puertas de unos corazones deseosos de Fallas. Y en lugar de la gran fiesta fallera que se iniciaba en ese mismo momento, el fallero censado y el no censado, los medios de comunicación, los turistas y los curiosos se encuentran con un espectáculo dantesco. Aquellos mismos que gritaban en pro de una educación digna, alentados por grupos políticos o no, responden con insultos a una figura a la que el fallero ha entregado amor y pleitesía: la Fallera Mayor de Valencia. Y por extensión la Fallera Mayor Infantil y sus respectivas Cortes de Honor.
Imagínense pues, sean ustedes padres o no, después de ver con ilusión que su hija es preseleccionada en el mes de Julio, que después sale elegida como Corte de Honor y llegue o no llegue a Fallera Mayor, en su primera aparición en el balcón es abucheada e insultada.
Después, convenientemente, los grupos políticos se desmarcan de aquella situación. Obviamente. Cuando el admirable colectivo fallero vitorean a sus representantes acallando unos gritos que nada tienen que ver con las Fallas, cuando las agrupaciones falleras en pleno firman un manifiesto condenando estas actuaciones, cuando decenas de Falleras Mayores de años anteriores condenan también en su propia declaración, todo ello de una forma espontánea, ya no ha lugar a nuevas manifestaciones que, insistimos, nada tienen que ver con las Fallas.
Posteriormente, nuevos episodios que envilecen la imagen de nuestra fiesta, cuando varios descerebrados atentan contra los propios monumentos antes de la plantà.
Y todavía hay quien no se inmuta.
Esta no es mi Valencia. Estas no son mis Fallas.
Mi Valencia es Arte en estado puro, es belleza, es trabajo, es sufrimiento, es alegría, es fuego, es traca, es música… Mi Valencia es fallera. Y aunque este texto lo escriba en mi mejor castellano, mi sentir habla valenciano. Y mi Falla corre entre mis venas.
Las Fallas no permiten manifestaciones que no sean puramente falleras. Y si todavía queda quien protesta porque toda la ciudad está en fiesta y él o ella no, y acaba enfurruñándose con el mundo por ello, mi consejo es que en lugar de irse de vacaciones en Agosto lo haga en Marzo. Él o ella será feliz lejos de las Fallas y las Fallas serán felices con todos los demás.

Y esa es, nuevamente, tan solo... mi opinión.

lunes, 5 de marzo de 2012

La Mágia de las Fallas

Se aproxima el día en que un extraño embrujo e incomprensible para foráneos inunda y envuelve la ciudad de Valencia. El día en que el sol se despereza mostrando armoniosos volúmenes envueltos en plásticos diseminados por doquier. En realidad por toda la ciudad.
Es el día en que complejas estructuras de corcho, pintadas con vivos colores comienzan a ensamblarse tomando formas caprichosas de admirables dimensiones e imposible equilibrio.
Es el día en que un puñado de locos cargados con sus cámaras empiezan a agotar centenares de tarjetas de memoria captando cada centímetro, cada milímetro de esas formas, hasta que las manos de unos auténticos magos a los que injustamente se les llama simplemente artistas, crean Las Fallas.
Y digo injustamente con todo el peso de la palabra, ya que no les hace justicia. Para ese puñado de locos son auténticos magos, capaces de crear lo imposible sabiendo de su efímera existencia.
Son los Artistas Falleros.
Magos.
Elevan el concepto de arte a su máxima expresión, y sin embargo son vistos por encima del hombro por los que doctan de otras disciplinas artísticas.
Crean mágica de la ciencia, de la técnica de unas estructuras geométricas dignas de un museo, y muestran tal modestia de su genialidad que la ocultan con nuevas estructuras esculpidas repletas de ingenio, gracia, tesón y muchas veces incluso sufrimiento.
Y esa genialidad vuelven a cubrirla con otra nueva de una paleta de colores imposible que convierten la fantasía más disparatada en una realidad tangible.
Y vuelven a cubrir esta nueva genialidad cinco días después en las llamas destructivas que consumen en cenizas la magia más maravillosa que ha podido el mundo ver jamás.
Y nunca más el mundo volverá a verlas, porque a partir de ese momento, esos mismos magos vuelven a la oscuridad de sus alquímicos laboratorios a conjurar a las musas para crear de nuevo una pirueta más difícil todavía.
Por eso son geniales.
Por eso son Magos.
Y en el firmamento del sentir valenciano les decimos con admiración: sois Artistas Falleros.

viernes, 17 de febrero de 2012

Exposició del Ninot 2012: ¿Élite o dejadez?

En otro artículo me atreví, como otros lo han hecho ya, a criticar la falta de criterio que demuestra la alta cúpula fallera relegando el primer acto fallero del año a unos barracones en la explanada de un centro comercial, cuyo falso suelo traquetea y cede bajo una moqueta cuya única función es dar una aparente imagen de dignidad a esta Exposición.
Aparente y falsa.
Todavía recuerdo aquellas muestras de arte efímero en la Lonja de Valencia, antes de que fuera declarada Patrimonio Artístico y se convirtiera en el “mírame y no me toques” que es hoy en día. Que sí, que hay que reconocerlo, que gracias a esa designación se conserva tan esbelta y hermosa como hoy luce, pero es que comparo ese marco con el actual para la Exposició del Ninot y se me viene el alma al suelo.
¿Tendremos que esperar a que se designen a las Fallas Patrimonio Cultural para que busquen por fin un lugar digno para semejante muestra de arte? ¿O es que acaso los académicos consideran que el arte efímero es de una categoría inferior? Pues el caso se ha dado y más de un Artista Fallero me ha comentado personalmente haber escuchado algún que otro comentario despectivo de estos supuestos entendidos en Arte.
Pero no quiero debatir la eterna cuestión de “¿Qué es Arte?”. Cinco años de Bellas Artes, veinte de carrera artística y ocho de diseñador gráfico no me capacitan para responder a esa pregunta, y creo que nadie con el doble o triple de esa experiencia y conocimiento pueda llegar jamás a responder a esta pregunta. Por lo tanto, si no somos capaces de contestarla, ¿quién puede tener la osadía de decir qué NO lo es? Pues por lo visto, hay quién es lo suficientemente atrevido como para hacerlo. Y eso me recuerda aquel refrán “la ignorancia es muy atrevida”.
Pues sí, señores. Tristeza me da ver esta explosión artística tratada como es tratada.
Todas las secciones, salvo las categorías de oro y plata (por supuesto) encuentran no hacinados sus ninots, sino literalmente “apretujados”. Pedestales que se tocan, piezas que tapan al ninot de atrás, imposibilidad de examinar los laterales, ninots que bailan al son de las pisadas del público al moverse los tablones del suelo… xé, un desastre.
Y de pronto llegas a las secciones antes mencionadas y… oh… sorpresa… ahí están que puedes contemplar a los Santaeulalias, Algarras, Baenas, Lafargas y demás (que ojo… sin desmerecer estas joyas escultóricas y pictóricas) tan a gusto, si es que los visitantes te lo permiten.
¿Denota esta situación un cierto trato de favoritismo? Yo casi lo calificaría de trato de “marketingnismo”, que aunque la palabra me la he inventado, creo que se entiende perfectamente por dónde van los derroteros.
Y eso precisamente me lleva al punto anterior. La Exposició del Ninot es todo un acontecimiento social en Valencia y por ende un Acto Fallero de primer orden que precisa de un lugar digno donde ubicarse, un lugar espacioso donde se pueda contemplar en condiciones cada una de las propuestas expuestas sin desmerecer unas a otras independientemente de la categoría en la que compitan. Por respeto al artista, por respeto a la profesión, por respeto al público que las visita y por respeto a la Fiesta Fallera. Luego bien que se nos llena la boca al nombrarlas y decir “soy fallero”, pero es lamentable ver como descuidamos todos estos aspectos. Y lo que es peor... esa puñetera manía de hacerse fotos cogiendose de la cintura del ninot de la Duquesa de Alba y de paso romperle una pierna. Lamentable es también tener que ver (y fotografiar) los ninots infantiles tras un cristal para evitar la barbarie del ignorante.
Pero posiblemente incluso mi punto de vista sea criticable, al fin y al cabo, esta solo es mi opinión.


jueves, 5 de enero de 2012

Carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:
                Os sorprenderá que os escriba hoy 5 de enero. Esta es la primera vez que os escribo desde hace muchos muchos años, y es que aunque no lo parezca, tengo ya una edad. Lo cierto es que en estos años de existencia he sido de todo un poco, bueno, malo, bordejo, y a veces incluso de tan bueno hasta tonto. Qué le vamos a hacer, así nací y así moriré aunque eso sí… he madurado mucho.
                Desde hace unos años soy fallero censado. Desde hace muchísimos más lo soy de corazón. Vivo esta grandiosa fiesta creo que como merece, con toda su pompa, su circunstancia y a veces (tengo que reconocerlo) incluso con obsesión. Y es quede hace unos años hacia acá, me he convertido en un verdadero loco de todo lo relacionado con este mundo, a veces tan maravilloso y a veces tan cruel que es las Fallas. Me gasto un dineral en libros para saber más, leo las páginas y blogs de locos por las Fallas a diario, me gasto otro dineral en cds de música festera… incluso (confieso) me compré uno de Francisco (que manda…).
                Pero no os escribo para contaros mi vida sino para pediros una serie de cosas, como hacen los niños. Y es que en el fondo, todos seguimos siendo un poco niños. Y aunque sé que es un poco tarde para una Carta a los Reyes, mas vale tarde que nunca.
                Principalmente quisiera pediros que regalarais a todas las comisiones falleras, un cuadro de esos tan bonitos que de vez en cuando se regala a las comisiones, pero donde se explique la expresión “hacer Falla”. Yo, es que no lo tengo todavía muy claro.
Yo pensaba que el término “hacer Falla” se refería al trabajo colectivo, al luchar todos por un bien común y un objetivo común. Pero se ve que no es así porque siempre acabamos rompiéndonos la espalda los mismos de siempre.
                Otra cosa que quisiera pediros es otro cuadro más donde se explique la expresión “el objetivo común de una Falla”. Yo creo que tampoco lo tengo muy claro. Yo pensaba que ese objetivo era el monumento. Vamos, que por eso la fiesta se llama Fallas. Y pensaba también, inocente de mí, que para llegar a ese objetivo era por lo que se apuntaban a tantos concursos, para poder recibir premios que mejoraran ese icono que es la “Falla del meu barri”. Pero descubrí que volvía a equivocarme. A lo que lleva de nuevo a preguntarme si en vez de llamarse nuestra fiesta Fallas debería llamarse de otra manera, porque como, "total, es algo que al final se tiene que quemar…"
                Y es que, a pesar de haberme gastado todo ese dinero en libros de Fallas, o todo esto lo entendí mal o es que están mal explicados y por lo tanto lo único que vale de esos libros son las fotos.
                Y es curioso, porque también leí que gracias a las Fallas, se ha conseguido mantener, velar y salvaguardar multitud de tradiciones valencianas, incluso la lengua, que un señor con bigote que vestía de verde quiso cargarse hace más años de los que tengo, para que luego otros señores (unos con bigote y otros no) quisieron decirme que esa lengua no era la mía sino otra, y que encima la hablaba mal. Con lo cual ¡qué ignorante me siento! Porque cuando hablo en mi lengua materna, la de mi tierra, la que me emociona al cantar l’Himne, la gente me mira raro… como si estuviera loco… o será eso… que soy un ignorante.
              Y son precisamente esas personas las que (de algún modo) me señalan con el dedo y arremeten con ese mundo fallero que tanto me apasiona.
Que si cortamos las calles.
Que si no les dejamos dormir por las noches.
Que si no les dejamos dormir por las mañanas.
Que si las carpas.
Que si la ofrenda.
Que si no se puede ir al centro.
Que si solo nos interesa la comilona y el bebercio.
Que si…
Que si…
Desde hace unos años para acá, todo se ha reglamentado. Reglamentado por personas que no son falleras, ni valencianas, ni siquiera españolas, pero es que somos europeos. O al menos aparentemente. Petardos… ¿tró de bac? No… de mecha… vaaale. ¿Mascletàs? Bien lejos… y a este paso solo la podremos oír… bueeeeeno. ¿La cremà? Noooo que contamina mucho…
Pero lo peor de todo no viene de ahí afuera, sino de aquí dentro. ¿Cómo esperamos conseguir algo que nos beneficie a todos si no somos capaces de “hacer falla” en nuestras propias comisiones, sectores, agrupaciones, federaciones, junta de presidentes…?
Solo espero, que dentro de unos años, no tenga que volver a escribiros porque lo que quede de lo que yo entendía como “hacer Falla” solo se pueda ver en los museos, y podáis dedicaros a lo que mejor se os da, que es llevar regalos a los niños, que son los merecedores de vuestra atención. Cuando esos niños se hagan mayores… ese ya será otro cantar.
                Atentamente,
                Un Fallero (o no)… al fin y al cabo esta solo es mi opinión.