No soy Presidente de Falla. Nunca lo he sido. Pero el cariz
de los acontecimientos de los últimos meses, como Fallero, no puede dejarme
impasible. Y la Asamblea de Presidentes de anoche 12 de Septiembre me invita a
una reflexión.
Mucho he escuchado, he leído y he visto desde que el
President de la Generalitat Valenciana Alberto Fabra anunció sin previo aviso
el traslado del Fin de Fiesta Fallera al tercer lunes de Marzo y, lo que como
valenciano me afecta más, el traslado a lunes del tradicional 9 d’Octubre.
A continuación los hechos fueron sucediéndose como si de
fichas de dominó se tratara. Subida del IVA (en el caso de los monumentos
falleros que es lo que afecta al sino de este blog hasta un 21%), encarecimiento
de los productos básicos, rescate de la Comunidad Valenciana… en fin, una
verdadera vorágine de acontecimientos que sin duda van a marcar un antes y un
después en la fiesta fallera.
Lo realmente preocupante viene cuando dispones todas estas
fichas del puzle sobre la mesa y comienzas a conectarlas entre sí. Y muchas de
ellas empiezan a conectarse a partir de esa Asamblea de anoche.
1.
En anuncio del cambio de fechas se realiza en
plena época estival y no en Valencia sino en Alicante. Como mínimo curioso. Por
lo visto, la intención era favorecer el turismo y los ingresos del sector
hostelero esos días, o al menos ese era el argumento que se expresaba.
El Presidente del Gobierno
Español ya anunció medidas parecidas “siempre que se tratara de Fiestas que no
tuvieran un fuerte arraigo en las Comunidades”. Supongo que la Diada en
Cataluña sí tiene un fuerte arraigo, pero el 9 d’Octubre no. Y ojo, la Fiesta
se llama 9 D’OCTUBRE, no “un dilluns d’Octubre”. ¿Será que nuestro “arraigo”
tiene menos valor que el de otras comunidades?
Es más, ¿alguien se cree que el 9
d’Octubre es una atracción turística? Que yo recuerde, y lo presencio y festejo
todos los años desde que tengo memoria, a esa procesión, a esa bajada de la
Senyera, a todos esos actos solo acuden entidades culturales, grupos políticos
para salir en la foto y un nutrido grupo de “valencianos de corazón”.
2.
La reacción al anuncio era de esperar, como si
de una estrategia militar se tratara. Apenas un centenar de falleros de pro, en
pleno ataque visceral ponen el grito en el cielo, la noticia trasciende pero
solo se habla del 19 de Marzo. Se convocan manifestaciones donde solo acuden,
evidentemente, aquellos que no han salido de la ciudad para disfrutar de sus
merecidas vacaciones.
¿Qué imagen percibe la opinión
pública? La de un pequeño puñado de falleros manifestándose delante del
Ayuntamiento… y por desgracia, nos hemos acostumbrado tanto a las
manifestaciones delante del Ayuntamiento que una más…
3.
Las Redes Sociales (benditas sean) se llenan de
slogans en contra del cambio, en contra del Molt Honorable comparándolo incluso
con Felipe V. La polémica está servida. Unos hinchan el pecho gritando
despropósitos, otros en tono más calmado piden calma y opinan sobre la
inconveniencia de la reacción visceral, y la inmensa mayoría “cuelgan fotos” de
sus pies en la arena de la playa gritando “nosotros pagamos las fallas”.
Y mientras tanto las Fallas de la
Sección Especial se frotan las manos.
4.
Se buscan alternativas como el ya famoso “céntimo
fallero”, se pone el grito en el cielo con el “ninguneo” a las Fallas que, no
olvidemos, son las que PAGAN la fiesta, los monumentos y trabajan durante todo
el año para poder disfrutar de una fiesta, de un monumento, de su tradición, de
su cultura.
5.
Mentes preclaras se preguntan… ¿y qué pasa con
lo del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad? Pues parece que a todo
el mundo se le ha olvidado, Generalitat incluida.
6.
La Alcaldesa dice estar de parte de los falleros
enfrentándose incluso al color de su carnet militante, el Presidente de JCF y
Concejal de Fiestas insiste en estar de parte de los falleros, unos y otros
dicen estar de parte de los falleros… ¡qué hablen los falleros! Pero los
falleros estamos demasiado enfadados, y el enfado no es amigo de un pensamiento
claro.
7.
Y de pronto se hace público que la Comunidad se
ha acogido al Fondo de Rescate del Gobierno Central. Pero es que seguimos tan
enfadados…
Y ayer ¿qué encontramos en el hemiciclo del Ayuntamiento de
Valencia? Una urna presidiendo la Asamblea. No un Presidente de Junta Central
Fallera, una urna. No un fallero, una urna. Y detrás de una urna siempre hay un
político. Y delante todos los demás. La
imagen era tan metafórica, tan clara, tan (incluso) poética que me dio hasta
miedo.
Pero parece que el Presidente de Falla ha aprendido de sus
errores. En momentos de crisis el espíritu fallero prevalece para que el
ejercicio llegue siempre a buen término. Eso es lo que, en círculos falleros,
se conoce como “hacer Falla” y anoche, en el Ayuntamiento se hizo falla. No se
votó. Se pospuso una votación para HABLAR con los falleros, con los que pagan
esta fiesta, y posteriormente TRASLADAR su voz a esa urna.
Pero no nos equivoquemos. La estrategia militar sigue ahí.
Se va a sondear “gratis” la opinión del colectivo implicado. Pero la decisión
no es nuestra sino de los de siempre, nos guste o no nos guste.
Mientras tanto, habrá que hacer cábalas para ajustar los
presupuestos de nuestros monumentos, tendremos que contar cuántos talleres de
artistas tendrán que cerrar el año que viene, tendremos que enfocar nuestra
fiesta hacia el parque de atracciones desvirtuando una vez mas el espíritu de
la Falla… y “lo del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”… por el
aire. Dentro de unos años, los que vestimos nuestros trajes regionales seremos
como Mikey Mouse en Disneyland, nos harán fotos con el guiri de turno, las
Fallas tendrán los carteles en castellano, inglés, francés y alemán y los
Llibrets de Falla te los podrás descargar cómodamente en pdf desde la página de
la Consellería de Turismo.
Ojalá esté equivocado. Pero desde luego, hoy por hoy, esta
es solo mi opinión.
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